domingo, 29 de noviembre de 2009

Rompiendo con la ternura


Si en medio de la dictadura vos vendès pantuflas de toalla rosa, y sì, no te queda otra que ser un tierno.
Medio raro, ¿No? A lo tierno se lo subestima, como si fuera menos meritorio. Un libro tierno es un libro para chicos, o para dèbiles o para mujeres, como si los hombres no fueran tiernos.
Yo creo completamente en la ternura, ademàs, en el caso de los escritores (como antes dije), es dificil crear un texto tierno sin llegar a lo ingenuo, a lo naif; y cuando se lee algo tierno de verdad, es lindo, y extremadamente disfrutable, para gente de cualquier edad, sexo, nacionalidad, tamaño, estado civil, etc.
Desde la ternura tambièn se puede llegar al absurdo màs còmico: un elefante marino que se quiere operar la nariz para sentirse mejor consigo mismo.
Increible.
Entonces, por què subestimar a la ternura que tanto nos da, eh?


Conclusiòn, empecemos a ser un poco más tiernos, a despreocuparnos, a ser absurdos sin temor.

A vivir felices gente! Yo.

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